Toda la escena social occidental está entusiasmada con el nuevo rostro de la multimillonaria de 69 años y heredera del imperio de la moda Versace, Donatella Versace. Este ícono de la moda, que en su día fue víctima de la cirugía plástica, ahora parece ser la personificación de la feminidad.
De la belleza natural al monstruo
Hasta los 40, Donatella Versace fue objeto de envidia. Cada vez que aparecía en un evento, todas las miradas se posaban en su ardiente y adinerada belleza. Sin embargo, en 1997, su hermano, el reconocido diseñador Gianni Versace, falleció en circunstancias misteriosas, lo que afectó profundamente a Donatella.

El icono de la moda se sumió en el exceso, convirtiéndose en una visitante habitual de los cirujanos plásticos. A juzgar por los cambios en su rostro, parece que se sometió a docenas de procedimientos, desde rellenos inofensivos hasta implantes de pómulos, rinoplastias y levantamientos de párpados.

“Sus arrugas entre la boca y la nariz son muy visibles, lo que sugiere que tiene demasiado líquido en las mejillas. Los labios de Donatella están exagerados, tanto que ya no combinan con el resto de sus rasgos faciales y son lo primero que se nota. Demasiado maquillaje. Le recomendaría que se tome descansos entre procedimientos de labios y use una cantidad mínima de relleno”, comentaron algunos cirujanos plásticos internacionales.
En sus intentos por rejuvenecerse, Donatella claramente se excedió. Además de su apariencia, también luchaba contra una adicción a las drogas, de la que hablaba abiertamente. Hubo una época en que la multimillonaria también lucía cejas decoloradas y cabello claro, lo que en conjunto creaba una apariencia poco atractiva.

¿Natural? ¿Qué es eso?
«¿Natural? ¿Qué significa ‘natural’? No creo que las mujeres puedan ser completamente naturales. Para mí, natural tiene que ver con las verduras», respondió Donatella a las preguntas de los periodistas.

¿Inyecciones? ¿Un cirujano talentoso? ¿O…?
Recientemente, Donatella asistió al estreno del musical «El Diablo Viste de Prada» y sorprendió a todos con su nuevo rostro. La diseñadora lucía al menos 20 años más joven; los usuarios extranjeros no paraban de elogiar el hábil trabajo de su nuevo cirujano. Sin embargo, pronto se hizo evidente que su rostro sin arrugas era resultado de un filtro.

Falsa alarma. La cara de Donatella Versace es exactamente la misma; alguien tuvo tiempo libre y usó Photoshop, comentaron los usuarios de redes sociales.


De todas formas, el rostro de Donatella ahora luce mucho mejor que hace unos años. La estrella compartió que, considerando su tumultuoso pasado, se siente «bien conservada» y, lo más importante, se gusta tal como es.