Algunos animales son siestas natas, pasando hasta 20 horas al día acurrucados cómodamente. Pero otros están tan ocupados durante el día que, cuando el cansancio los ataca, duermen prácticamente en cualquier lugar.


Desde meterse en lugares inesperados hasta quedarse dormidos en medio de una actividad, estas mascotas demuestran que el sueño puede llegar en los momentos más divertidos.


Ya sea un gato que convierte un frutero en una cama o un cachorro que se queda dormido mientras mastica, estas divertidas instantáneas nos recuerdan lo impredecibles que pueden ser nuestros amigos peludos.

