Un matrimonio, cansado de su cocina aburrida y estrecha, decidió que era hora de una gran transformación.

Con solo 7 metros cuadrados de espacio, se enfrentaron al escepticismo de sus amigos e incluso a algunas burlas. Pero siguieron adelante con determinación y una visión clara.

Tras mudarse a su apartamento en 2016, la pareja renovó lentamente la mayor parte de su casa, excepto la cocina, que permaneció intacta.

Al carecer de fondos para contratar a un diseñador profesional, tomaron todo el proyecto en sus manos, confiando en la creatividad más que en el presupuesto.

Abordaron todo, desde accesorios obsoletos hasta manijas de gabinetes desgastadas, lo que le dio al espacio una renovación muy necesaria.

Sus esfuerzos incluyeron repintar, reemplazar hardware y reorganizar el diseño para aprovechar al máximo cada centímetro.

Con muebles de cocina y accesorios de IKEA, el resultado final fue un espacio elegante y con estilo que parecía mucho más grande de lo que era.

La transformación impresionó a todos los que dudaban de ellos y convirtió su pequeña cocina en el corazón del hogar.
