Amanda Lepore es una de las figuras más singulares e impactantes de la cultura pop estadounidense. Conocida a menudo como una «muñeca viviente» e «ícono de la vida nocturna», es conocida por desafiar las normas y redefinir los límites de la transformación personal.
Nacida varón, Amanda siempre se sintió como una niña desde pequeña. En su adolescencia, comenzó terapia hormonal y se sometió a una cirugía de confirmación de género a los 19 años, a pesar de la desaprobación de su familia. Pero esto marcó solo el comienzo de su drástica transformación.

Inspirada por las glamurosas divas del Hollywood clásico, Amanda se sometió a numerosos procedimientos cosméticos para lograr su imagen ideal. Estos incluyeron aumentos de senos, múltiples rinoplastias, extracción de costillas, reconstrucciones faciales, aumentos extremos de labios y tratamientos regulares de bótox.

Amanda describe su look como una forma de arte viviente. Para ella, nunca se trató de encajar en los cánones de belleza tradicionales, sino de convertirse en un sueño, un símbolo viviente de la fantasía. Criticada por algunos, se mantuvo firme, y dijo con orgullo: «Hago esto por mí. Soy una obra de arte».