Una vez les contamos sobre una niña que bebía dos botellas de café al día en lugar de leche. Hoy compartimos la historia de un niño que empezó a fumar con tan solo dos años.
Los médicos lo llamaban «fumador en pañales» debido a su inusual hábito. Al principio, sus padres no parecían muy preocupados. Solo su madre se preocupó más tarde al darse cuenta de que el problema no se curaría solo.
El niño era demasiado pequeño para tratamientos comunes como la hipnosis o las pegatinas. Los médicos decidieron ayudarlo sustituyendo un hábito por otro; en lugar de eso, empezó a comer en exceso. A los 11 años, pesaba 130 kg y tenía dificultades para moverse y respirar. Sus comidas a veces duraban horas y no podía parar.
A los 13 años, con el apoyo de sus padres, acudió a una clínica donde le colocaron un dispositivo estomacal para reducir el hambre. Tras la cirugía, cambió su dieta a frutas y verduras principalmente. Fue difícil, pero empezó a perder peso: 30 kg en tan solo dos meses.
Ahora, dos años después, ha perdido 100 kg. Aún necesita cirugía para eliminar la piel flácida, pero por fin puede jugar al fútbol con sus amigos e ir a la escuela. Esperamos que se mantenga fuerte y supere todos los obstáculos en su camino hacia una vida saludable.
